Hace 1 año | Por Andaui a ethic.es
Publicado hace 1 año por Andaui a ethic.es

La cifra de afectados por el cambio climático ya asciende a 1.700 millones de personas en todo el mundo, según los últimos datos. Sin embargo, también podemos encontrar algo de optimismo en el desafío de la crisis ambiental: en las últimas décadas hemos frenado algunas catástrofes gracias a la cooperación internacional.

Comentarios

D

Menudos disparates. Ni el plomo en la gasolina ni el agujero en la capa de ozono son "desastres climáticos".

V

Buenas tardes o buenos días, depende de cuándo leas esto.

Sé que muchos lo primero que harán será fijarse en que mi usuario es de reciente creación y correrán a acusarme de multicuenta o nuevo.
Pero que no os confunda el numerito, llevo viendo cómo nuestra sociedad, y en su reflejo menéame, ha abandonado el debate sosegado y desde el respeto bastantes años.
Si hasta ahora nunca escribí un comentario o subí algún artículo ha sido porque siempre me ha gustado el conocer, leer o en última instancia escuchar.
Pero creo que como sociedad formada por individuos debemos alzar la voz y decir ¡basta!.
Y os preguntareis, ¿basta a qué?
Pues es fácil y sencillo: basta de abusos, basta de injusticia. De todo tipo.
Aquí, aún habiendo siendo tan generalista, matizaré ya que hablar de “injusticias” o “abusos” es demasiado poético.
Aquí hablaré de los abusos o injusticias ambientales ya que estos no entienden de clase, etnia, procedencia u orientación sexual (todos sabemos que los pastosos ya tienen las soluciones para ellos, no os quedéis ahí).
Estamos siendo testigos del colapso de los ecosistemas, de las reservas de biodiversidad, la contaminación del aire, los océanos, los bosques… en pos de un progreso que solo beneficia a ciertos sectores de distintas sociedades en detrimento del resto.
Un progreso donde vendimos nuestros derechos más fundamentales por el último móvil, un dispensador de comida para perros, un cepillo eléctrico y mil mierdas más que nos venden y necesitan que compremos (sin negar los muchos beneficios que existen en esos sectores en materia de salud, higiene, avances técnicos y tecnológicos).
¿Hasta cuándo soportaremos que el enriquecimiento de grandes empresas hagan caer jefes de estado, debiliten los ecosistemas, las democracias y los derechos de las personas? ¿Cuándo nos daremos cuenta de que el poder comprar, por ejemplo, ropa cada dos por tres no rentará todos los problemas de salud derivados de la contaminación del sector textil?
Y aún habrá negacionistas de estos hechos, pero a ellos les digo, ¿acaso las recientes imágenes de la congelación de media USA no os alertan un poco? ¿Tendrán que volver a morir personas de golpes de calor este verano como ya lo hicieron en el pasado año para que nos demos algo de cuenta de que lo peor está por llegar? ¿Cuándo seremos capaces de solidarizarnos entre personas independientemente de la procedencia? ¿Cuándo dejaremos de estar polarizados?
Porque esto señores y señoras es lo que se desalienta y temen: la organización, la solidaridad, el perdón y la comunión.
¿Seguiremos permitiendo que en pos del progreso, el capital y la comodidad se diluyan las oportunidades de nuestros hijos, amigos, conocidos…?
Y a aquel que haya llegado hasta aquí y piense que soy un idealista, alarmista, sensacionalista no tengo ni puta idea o cualquier improperio, plantéate si la necesidad de ganar dinero, una vez se tienen cubiertas las necesidades básicas (que yo considero vivienda, alimento y poco más), tiene algún sentido más allá de la acumulación de riqueza.
Esperamos los días a que acabe la semana, la semana a que acabe el mes y los meses a que pasen los años.
Lo siento.