Después de 60 años de rechazo, tres años de revisión científica por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y dos años de discusiones diplomáticas, el 2 de diciembre de 2020, la ONU reconoció las propiedades terapéuticas del cannabis y su resina al retirarlas de la lista IV de la Convención sobre drogas de 1961, un espacio reservado para las sustancias más perjudiciales. Para los mayores productores de América, como México y Paraguay, esto puede suponer una oportunidad gigante para impulsar cambios a nivel jurídico, científico...
Comentarios
Muy activo está El País últimamente con el tema, algo está pillando.
Que personalmente me alegro de la visibilidad y de que se aceleren las cosas, pero raro es.
"La doctrina que la ONU mantenía para el cannabis [...] Estaba relacionada “con el racismo, la intolerancia, la falta de respeto por los pueblos indígenas y las culturas que fueron el sello distintivo de la época colonial”,"
¿Estamos locos?
¿Combatir las drogas es racismo e intolerancia?
Yo pensaba que las Guerras del Opio que los ingleses ganaron para obligar a China a seguir importando del opio que destruía su sociedad, SI era racismo e intolerancia.
Esta noticia no va en la categoría de ciencia.
Hay que adormecer a la población todabia más de lo que está.
Aviso: este artículo de "El País" en concreto NO está bajo un muro de pago.
Si la OMS ha tardado tanto en ver algo que es obvio, es por la feroz lucha de las farmaceuticas, sus amigas, en contra del cannabis, si no, no se entiende. Al igual que es incomprensible que el alcohol, 1000 veces mas perjudicial, sea legal y el cannabis no.