Hace 8 años | Por dulcecanto a huffingtonpost.es
Publicado hace 8 años por dulcecanto a huffingtonpost.es

¡El himen! ¡Cuidado con el himen! ¡Es tu dignidad! ¡Es lo único que te da valor! ¡Él puede rehacer su vida pero tu sin tu himen no vales nada! ¡Es tu honor! Suena un poco destartalado el tema. ¿No? Pues imagínense toda una vida escuchando esas advertencias. Imagínense que el "esfuérzate por ser alguien en la vida" se convierta en un "sin tu himen no eres nadie".

Comentarios

D

"Social, religiosa y moralmente, se debe mantener esa sensible puerta cerrada hasta encontrar la única llave, la que podrá usarse siempre. Ese hombre afortunado que la abrirá por primera vez -con o sin delicadeza- para convertir a su mujer en una mujer de verdad."

Me pregunto qué es mejor... si ser el primero en ser esa llave, o ser el último y tener la garantía de que no haya nadie más después de ti.

Contando con el supuesto de la "llave". Que también tiene tela.

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Pues nada... a chupar y a tomar por el culo,