José Villarejo. Cuando se pronuncia este nombre, a la mayoría de los españoles ni le suena. Pero a las élites españolas les entra un escalofrío. Un hombre que campó a sus anchas por las penumbras del poder, acostumbrado a moverse con impunidad por las cloacas del Estado. Temido por muchos, odiado a la par, recolector de turbias informaciones y amenazas de extorsión tras su detención.
Comentarios
Ay... el pequeño Nicolás, al final le tendremos que dar las gracias
Dice cualquier cosa y unos lo niegan y otros lo difunden como si fuera la biblia. Los medios, claro.