Hoy no puedo evitar sentir una alegría sísmica que agita mi corazón abotargado por una noche demasiado larga, demasiado oscura, que no permitía resquicios para la esperanza. Todo está por hacer. Podemos. Pero no podemos solos. Las urnas han hablado y las izquierdas han logrado desbancar a esa derechaza turbia y absolutista que gobernaba España como su cortijo. Ahora estamos obligados a entendernos porque así lo han querido los votantes. A combinar las distintas sensibilidades de la izquierda para conformar un frente plural que represente...
Comentarios
En mi barrio pintaban los coches y todo celebrandolo, ah no, que era el Betis, que había subido a primera.