Hace 9 años | Por scarecrow a diariodealcala.es
Publicado hace 9 años por scarecrow a diariodealcala.es

Antes de acabar la Guerra Civil, en 1938, se construyó en los cerros al otro lado del río un polvorín militar aprovechando las cuevas naturales que serpentean por el interior de faldas y cantiles. Una de sus galerías explotó en 1947, causando 24 muertos y decenas de heridos. Fue una de las catátrofes más terribles sufridas por la ciudad. Después de esa tragedia, se dejó de usar como almacén de munición, pero su estructura se mantuvo más o menos intacta... hasta que un vertedero de residuos se la ha tragado del todo.