La colistina ha empezado a usarse rutinariamente como profiláctico en la ganadería y en la acuicultura industriales para evitar infecciones en los miles de millones de pollos o cerdos estabulados en megagranjas y de salmones, truchas o lubinas de piscifactorías. De tal manera que este uso rutinario, masivo y prolongado en el tiempo ha provocado (como no podía ser de otra manera) que hayan empezado a aparecer las primeras cepas de bacterias resistentes a este antibiótico.
Comentarios
Parece que el uso racional de los antibióticos sólo debe hacerse en animales humanos, en el resto de animales se puede hacer a cascoporro.
Así nos va.