Desde el sábado 27 de junio, Europa vive en una montaña rusa a punto de descarrilar. Fue entonces cuando Alexis Tsipras convocó un referéndum para que los ciudadanos griegos rechazasen o avalasen, según él, la austeridad. Y según el resto del continente, la relación de Grecia con el proyecto europeo. En cualquier caso, estaba jugando la carta nacional, como lo hacía también Alemania y otros países desde hacía meses. Aunque es cierto que diferenciar entre el esfuerzo nacional y la perspectiva ideológica no es tan fácil en este caso
Comentarios
Yo hasta que alguien no monte un partido político donde los que realmente tomen las decisiones importantes sean los ciudadanos, y ellos simples ejecutores, no voy a estar tranquilo.
Huele tan mal, que no puedo evitar pensar en coacción, amenaza, etc.