La Conferencia Episcopal Española se niega desde hace años a investigar el problema y admite que nunca ha contado los casos que conoce, aunque de todos modos asegura que son muy pocos. La comisión francesa abrió un correo electrónico a las víctimas en 2019 y llegaron miles de mensajes. En España ese buzón lo abrió EL PAÍS en octubre de 2018 (abusos@elpais.es). Apenas se contabilizaban 34 casos en cuatro décadas, y las diócesis españolas solo admitían 4. A partir de entonces, el correo electrónico de este periódico ha recibido casi medio millar.
Comentarios
Que congregación más lamentable. Están al mismo nivel los delincuentes pederastas que los encubridores que les rodean. Allá se extingan, cuanto antes mejor.
El que encubre un delito se hace reo de ese delito y la iglesia católica lo ha hecho durante muchos años,protegía a sus abusadores de niños enviándolos a otras comunidades o países sabiendo que otros niños serían también abusados.