Hace 4 años | Por casius_clavius a mundoobrero.es
Publicado hace 4 años por casius_clavius a mundoobrero.es

Cargado con su corona de siete kilos de peso, transportado en palanquín por guardias reales de casacas azafranadas y soldados de gala, con el general que protagonizó el golpe de Estado de 2014, Prayuth, caminando a su lado, esa coronación fue un derroche absurdo, una procesión por las calles de la capital, con diez elefantes con ornamentos de oro obligados a arrodillarse ante retratos del monarca, en un pomposo ritual desde el palacio hasta el templo de Wat Pho, entre temblorosos monárquicos que aguantaban el calor para ver a su monarca divino.

Comentarios

vicus.

Por lo menos no los mata, tiene mejor corazón...