Hace 6 años | Por grcmaria a washingtonhispanic.com
Publicado hace 6 años por grcmaria a washingtonhispanic.com

Esta forma de actuar es nueva en Sinaloa. Antes, los narcos mandaban emisarios para no publicar una foto, un decomiso, una mención. Tampoco era extraño adornar notas con cierto aire de narcocorrido para que el afectado se las tomara como una hazaña más que una denuncia. También hubo intimidaciones mayores: los edificios de los periódicos Noroeste, El Debate y Ríodoce fueron atacados en distintos momentos, baleados o con granadas. Ahora, con la llegada de los "narcos-juniors", la situación se ha descontrolado.