En un reciente giro de los acontecimientos, Samantha Power, directora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y eminente especialista en genocidio, se encontró en el extremo receptor de las críticas de empleados actuales y antiguos de la USAID. La manzana de la discordia giraba en torno al apoyo de Estados Unidos a Israel durante la guerra de Gaza. l libro de Power, aclamado por la crítica, "Un problema del infierno", que arremete contra la inacción de Estados Unidos ante las atrocidades, se citó como razón de…
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¿Especialista en apoyar genodicios?
Power respondió reconociendo la devastación generalizada en Gaza y subrayando la acuciante necesidad de ayuda humanitaria. Reveló que Estados Unidos negocia actualmente una pausa en el conflicto para facilitar el suministro de ayuda y la liberación de rehenes. Power también se refirió al horror de un ataque de Hamás el 7 de octubre que se saldó con la pérdida de 1.200 vidas en Israel. Subrayó la importancia de la protección de los civiles y el cumplimiento del derecho humanitario en las deliberaciones de Estados Unidos sobre el conflicto.
Otra empleada de USAID, Hannah Funk, cuestionó la autoridad moral de Estados Unidos a la luz de su apoyo a la campaña militar de Israel. Power se abstuvo de abordar directamente las acusaciones de genocidio, pero defendió las acciones de Israel como una medida necesaria para prevenir futuros ataques.