Lo explico. Todos nosotros somos distintos, pensamos distinto, somos individualidades únicas, singularidades maravillosas, pero cuando sentimos presión social nos agrupamos. En grupo nos sentimos más protegidos, soportamos mejor el dolor. Desde el grupo pensamos con más eficacia porque reafirmamos nuestras ideas acomodándolas a las ideas que nos llegan de los demás, nos defendemos mejor frente a agresiones externas, nos sentimos más fuertes. Pero si el grupo crece y la presión aumenta, empezamos a perder aquello que nos hace únicos.
Comentarios
Es lo que intentamos, salir del monstruo llamado España.
A parte de esto, más de lo mismo: dejad el nacionalismo (catalán) y someteros al español... pero no lo diremos así para disimular.
Buen artículo!
Yo añadiria que una situación como la actual de Catalunya, nos lleva a todos a sentir odio hacia los del otro bando y el odio sólo crea sufrimiento al que lo siente, no al odiado.
Si yo odio a Rajoy o a Puigdemont, soy yo el que sufre el odio. El odiado ni se entera.
#2 yo "odio" a Rajoy y a Puigdemont, ¿es eso equidistante?
#3 éste no és el artículo de la equidistancia...