Hace 7 años | Por Schwarzenegger a yorokobu.es
Publicado hace 7 años por Schwarzenegger a yorokobu.es

Era agosto de 2012 y en un mismo día 400 personas habían sido asesinadas en la ciudad de Daraya, al sur de Siria. Con su rotulador negro, sobre una hoja en blanco, Diala dibujó un niño sin una pierna, sin un brazo, con la mirada clavada en un globo manchado con tinta roja. Bajo el dibujo, escribió: «Dejadme la mano que me queda y marcháos».