“En España no hay presos políticos” (Jorge Fernández Díaz. Ministro del Interior del Gobierno en funciones del PP) Y esto lo dice alguien que pertenece a un gobierno que reformó el Código Penal (Ruíz Gallardón) hasta convertirlo en el más represor desde el inicio de la transición en España. Un Código Penal que presenta artículos directamente pensados para reprimir la protesta social (550, 551, 553, 554, 556, 557, 557bis, 557ter, 558, 559, 560) El reformado Código Penal, se concentra en castigos de tipo carcelario, con penas que pueden alcanza
Comentarios
El problema es que se sigue hablando de políticos corruptos sin tocar apenas la superestructura: los grandes empresarios y financieros internacionales y nacionales.
El problema es que se sigue confiando ciegamente en la acción parlamentaria representativa (votar), pero muy pocos son militantes o se organizan en torno a un sindicato de base para coordinarse y ayudar con acciones contestatarias contundentes.
El problema es que los debates a chillidos de La Sexta y cía definen el sentido común de las masas, y no la lectura política, histórica, filosófica...
El problema es que para muchos Amancio Ortega sigue siendo visto como un ejemplar luchador y no como un explotador nauseabundo, o que se sigue la agenda mediática despreciando e insultando a dirigentes latinoamericanos que trataron de construir un sistema distinto.
Si no fuera por la emergencia de nuevos partidos, este tipo de satrapas convertirían nuestro país en una nueva dictadura represora. Jorge Fernández Díaz es un perfil de político desfasado y anacrónico.
#1 Bueno, alguno de los nuevos dice que en las dictaduras hay "paz y orden", así que no creo que el problema sea que es anacrónico, más bien que también es de los que le gustan esa "paz y orden"
#2
hay represión porque no hay Democracia y no hay Democracia porque vamos a votar como gilipollas legitimando esta sucia farsa .
#4 Yo votando he conseguido retrasar la formacion de gobierno ¿Que has conseguido tu con la abstencion? NADA
"Ingresar en prisión por participar en protestas, manifestaciones, huelgas o cualesquiera otra forma de movilización y lucha contra unas medidas políticas supone ser preso político porque conlleva la represión más drástica contra una toma de posición política.
Sólo la huelga del 29 de Marzo de 2012 ha dejado en el aire posibles penas para cerca de 300 sindicalistas con penas que pueden alcanzar los 120 años de cárcel en conjunto. Imagínense lo que suma el resto de movilizaciones contra la violencia de las políticas de desigualdad social."
Sin duda, ven que el chiringuito se les viene abajo y están actuando en consecuencia.