En mi pueblo también cerró un molino de aceite en los 60, cuando mi madre era joven. Los burros y la noria y todo, todo perdido, ya nada es como antes.
Si estuviera en Argentina ya le hubieran puesto un impuesto a Internet y los libros digitales para subsidiar a los quioscos de prensa. Somos geniales para premiar la obsolescencia y castigar la innovación
Comentarios
Se negó a dar conciertos y al final pasa lo que pasa.
#2 Mejor que no, seguro que también mentirían.
Me refiero a la prensa escrita, lo siento por los quiosqueros.
#2 Claro, como los faroleros del s.XIX, o los aguadores, o los que instalaban cañerías para iluminación doméstica por gas…
En mi pueblo también cerró un molino de aceite en los 60, cuando mi madre era joven. Los burros y la noria y todo, todo perdido, ya nada es como antes.
#3 Qué horror, pobre borricos...
#4 Sí, ahora sólo sirven para que los chavales contraigan la rabia…
Si estuviera en Argentina ya le hubieran puesto un impuesto a Internet y los libros digitales para subsidiar a los quioscos de prensa. Somos geniales para premiar la obsolescencia y castigar la innovación