Las prácticas comerciales poco ortodoxas y la escasez de pisos en buenas condiciones son dos de las principales consecuencias de un importante descenso del stock disponible de vivienda en alquiler en la capital catalana y de la reactivación de una demanda hasta hace poco deprimida por la crisis. Una coyuntura que empuja al alza los precios con subidas superiores al 7% en el último año, según el Instituto Catalán del Suelo (Incasòl), y que deja una previsión para 2016 y 2017 de un encarecimiento de dos dígitos.
Comentarios
#0 Ojo, AEDE.
#1 joder, si es que busco por interné y no aparece nada relacionada. Un poco ya hasta los webs del boicot ...
La que ha liado Carmena.
Y cutrerio. Es increíble la cantidad de pisos feos, cutres y mierdosos que se alquilan en Barcelona. A precios desorbitados además
Ojo, pone "la capital".