Vivimos en un mundo muy ruidoso, sí. Las redes y los medios nos permiten acceder de forma instantánea al puñado de temas que ocupan las conversaciones y que, por ello, se sitúan en primera línea de la actualidad. Sin embargo, los hechos más trascendentales, los que van a tener una repercusión más directa en nuestro día a día, pueden pasar desapercibidos. Y no porque sean un secreto: están ahí, pero muchas veces resulta imposible verlos, porque apenas se los distingue en el maremágnum.