En Francia, la corriente histórica inaugurada en 1980 por Jean Tulard con su Napoleón o el mito del salvador centra en aquel culto a la personalidad el enigma de una Francia que, al contrario de lo que sucedió en el Reino Unido y la Europa del norte, nunca logró, en los dos siglos transcurridos desde la Revolución, un modelo político pacificado y aguarda siempre al hombre providencial. Lo corrobora Thierry Lentz, historiador pero también presidente de la Fondation Napoléon: “Diversas encuestas –afirma– sitúan a Napoleón como personaje
Comentarios
Un artículo sin pies ni cabeza.No hay una gran figura histórica bien tratada desde el punto de vista de quien lo sufrió.Gengis Kan estaba muy bien considerado por los suyos,los presidentes norteamericanos,bien desde el punto de los invasores pero no desde el sentimiento indio,de Felpe II que decir...y así todos.
La historia de la revolución fancesa es muy interesante... y Napoleon da para serie por si solo... con su novia despechada que acaba de reina de Suecia mientras que la hermana de esta solo llega a reina de España... con el desprecio al conde Negro, mi protagonista favorito de la revolución: Alejandro Dumas (abuelo)...