Hace 5 años | Por --297311-- a naciodigital.cat
Publicado hace 5 años por --297311-- a naciodigital.cat

¡Navidad de exilio! Posiblemente no hay un momento más triste. Miles de ciudadanos de todo el mundo vivirán este año el suyo. Y muchos en alta mar, también, en medio del frío y la tormenta, pero no en un buque, sino en una balsa destartalada y deshecha. Y vivirán lo mismo que vivimos nosotros y añorarán lo mismo que nos hizo añorar a nosotros. Pero no tendrán tiempo de mirar el cielo ni las estrellas, y en lugar de paz sólo sentirán miedo. Lo han perdido todo, sólo confían en la buena fe de los hombres de buena voluntad. Traducción #1

Comentarios

D

#5 ¡Quiero cobrar más, equiparación salarial ya!.

D

#6 date 18 meses, que a los gordos ya les están retirando la nómina, mira a Assange.

D

Camapaña de blanqueo por parte de los banderas negras.

D

#3 Patrocina Vanish Gold lol lol lol lol lol lol

D

#7 Suerte la próxima vez

D

Ya lo decía Malcom X: "Si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido"

D

#2 Sobre todo, lo que sorprende es el tono, la mala educación, la pijería española, sensación de inmundicia. Horrible [Quim Torra]
Los campos de internamiento a los que hace referencia este retarded, fueron poblados por 500.000 exiliados. Todos ellos inmundos españoles, aunque en sus ejemplos solo cite a media docena de prístinos catalanes inmaculados que por serlo sufrieron penalidades inenarrables del fascismo más vegano.

Pues vas a tener razón. Mira tú por dónde.

D

Traducido con google translator.

Navidad en alta mar
«Como podemos permitirlo? Como podremos explicarnos algún día? ¿Qué estamos esperando? Hacerles lado no es tan sólo un acto de justicia, sino de vindicación de nuestra propia historia »
por Quim Torra, hace un año |
Esta información se publicó originalmente el 20 de diciembre de 2016 y, por tanto, la información que aparece hace referencia a la fecha especificada.
Habían embarcado en Marsella, un día de diciembre. Era el inicio del fin de una fuga que había comenzado casi un año atrás, en los últimos días de la Cataluña republicana. Con un bibliobús del servicio de bibliotecas en el frente, atravesando aquellas carreteras que comenzaban a llenarse del gran éxodo de un pueblo que avanzaba derrotado y en silencio.

Todo pasaba deprisa, en aquel primer año de exilio, excepto por los miles de catalanes que seguían esperando y esperando en los campos de concentración norcatalanes. El estallido de la Segunda Guerra Mundial encendió un nuevo éxodo, más acelerado todavía. Había que decidir el futuro en unos segundos. Decenas de familias eligieron ir a Sudamérica.


Y llegó Navidad. A Prada, el receso de Pau Casals, las familias de Pompeu Fabra y Joan Alavedra cantaban canciones cerca del pesebre. En París, la familia de Carrasco y Formiguera lloraba el padre ausente. Lluís Companys era con Lluïset, el hijo amado. Y miles de catalanes encontraban un momento para decirse Feliz Navidad a los campos de Argelès o San Cipriano, o en decenas de pueblos franceses. Pronto muy añadirían a la resistencia y, encalçats por un destino de tragedias, acabarían el peor infierno posible, inimaginable: Mauthausen.

También había catalanes en la URSS. Algunos aviadores catalanes habían desplazado a Moscú. También ellos serían víctimas del totalitarismo e irían a llenar los interminables campos del Gulag.

A bordo del Florida, la madre de Francesc Trabal hizo un pequeño pesebre, y la mujer de Joan Oliver, también, aprovechando unas figuritas provenzales, a las que añadió "un prado de pañuelo verde y una estrella de papel de plata"; y los hijos de Benguria el iban cantando unos villancicos, "sólo con la zambomba del agua hendida por la proa". Trabal mismo, en diciembre siguiente, en la revista Hermandad, explicaba: "Una gran paz ayudó el paso del barco aquella noche en ruta hacia Río de Janeiro: el agua no se movía. Ninguna luz revelaba nuestro paso hacia la inmensidad . Éramos una vulva que el viento de Europa balanceaba hacia este lado del mundo y que un clérigo patriota vasco bendecía a medianoche entonando a boca cerrada el hosanna de paz y de fe en una transfiguración que nos daba coraje. alza los ojos a el infinito, en la hora dulce nocturna, y aunque descubrimos el ángel de Navidad que nos señalaba la ruta, y poco después veíamos las primeras luces de América, haciéndonos volcar el corazón ".

Pareció como si en aquella Navidad de 1939 todo se detuviera y por primera vez el exilio entero tomara conciencia de la certeza de la patria perdida, esquivada hasta entonces en la rutina de la supervivencia.


Navidad de exilio! Posiblemente no hay un momento más triste. Miles de ciudadanos de todo el mundo vivirán este año su. Y muchos en alta mar, también, en medio del frío y la tormenta, pero no dentro de un buque, sino de una balsa destartalada y deshecha. Y vivirán lo mismo que vivimos nosotros y añorarán lo mismo que hicimos añorar nosotros. Pero no tendrán tiempo de mirar el cielo ni las estrellas, y en lugar de paz sólo sentirán miedo. Lo han perdido todo, sólo confían en la buena fe de los hombres de buena voluntad. La noche será oscura como la boca del lobo.

Como podemos permitirlo? Como podremos explicarnos algún día? ¿Qué estamos esperando? Hacerles lado no es tan sólo un acto de justicia, sino de vindicación de nuestra propia historia.

Feliz Navidad.


(Muestra tu compromiso con el modelo de periodismo independiente, honesto y de país de Nació Digital, y hazte suscriptor por una pequeña aportación mensual. Haz clic aquí para conocer todas las ventajas y beneficios. Apúntate a la comunidad de Nació Digital, para que la información de calidad tiene un valor.)

Quim Torra
Quim Torra, editor. Trabajó de abogado en una compañía de seguros durante 20 años. Fundador de la editorial Acontravent. Ha publicado trabajos sobre Eugeni Xammar, Montserrat Roig y el exilio catalán. Fue director del Born y presidente de Òmnium Cultural. Su último libro: Muriel Casals y la revolución de las sonrisas. Es el director de la Revista de Cataluña. En Twitter:@quimtorraipla.

z

Que buen cristiano.