Nadie quiere los colchones usados. Son lo primero que salta cuando se adquiere una vivienda de segunda mano. Son difíciles de transportar en un vehículo convencional, costosos de reciclar y caros hasta en su desahucio, ya que desmontar un solo colchón para su clasificación y separación de los materiales cuesta alrededor de 40 euros. Por este motivo, no los quieren ni los vertederos, salvo los que están especializados en el tratamiento de la gomaespuma, del tejido que la envuelve o del hierro de sus muelles.
Comentarios
No hay vertederos en la comarca, curioso
Artículo interesante, pero que no aclara el motivo del incremento súbito de estos meses ¿O tal vez no hay tal incremento y el problema venía de antes? Aquí falta un Iker Jimenez que busque o invente una explicación molona.
#2 Si, si. Esto es digno de la nave del misterio.