En estos días, hemos visto a una importante parte de la profesión periodística criticar a aquellos que, como Pedro J Ramírez o Federico Jiménez Losantos, defendieron los bulos de la teoría de la conspiración sobre el 11M. También hemos podido seguir las críticas que ha lanzado públicamente la periodista de Televisión Española Silvia Intxaurrondo al periódico El Mundo. Todo ello, cuando lo hacía Podemos hace no mucho tiempo, era tachado de bolivariano y empujado, por aberrante, fuera de la ventana de Overton de lo aceptable.
Comentarios
Ahora es "señalamiento del bueno"
#1 Lo cierto es que tiene razon, cuando a Podemos le hicieron las campañas de difamacion y lawfare en medios de comunicacion durante años, como no era a ellos , Psoe, se quedaban calladitos.
#0 ¡Vaya moral tienes para subir noticias de canalred!
¿No sabes que todo lo que huela a Pablo Iglesias va a ser atacado antes de que pase un minuto?
El poder nunca descansa.
#6 yo creo que no es el poder el que viene aqui a negativizarle, ya consiguió su objetivo. Son esas piltrafillas a las que convencieron que los rojos quieren destruír españa y siguen ahí, inasequibles al desaliento.
#6 #8 Luego esos mismos que meten negativos se quejan de la cancelación, pobrecitos, su vida debe ser bastante triste cuando la realidad les estampa la cara a diario
#8 "Si de los fascistas dependieran tos los rojillos... a la trena!"
Alpujarra Libre - Tango los güevos
Miguel Ángel Rodríguez contra todo, el solo.
Que asco de personaje y siempre entre bambalinas, nunca dando la cara.
Que daño hace estos hijos de la gran fruta a la democracia o lo que sea que estemos.
Si solo fuera ese...
"hace apenas algunos meses era impensable la mera posibilidad de que un dirigente del PSOE —¡un ministro!— se enfrentase públicamente a un presentador de televisión."
Y la verdad, a mí aún me parece peligroso y sobre todo chirriante, que desde el gobierno, con el poder y responsabilidad que ello representa, dediquen ministros y esfuerzos para atacar directamente "opiniones" de medios, nos gusten o nos digusten tales opiniones.
Yo sí podré "repugnarme", yo sí podré "escandalizarme", yo sí podré exponer mi opinión sobre un periodista, pero lo haré sin aprovechar la visibilidad que me otorga el representar ningún cargo institucional y sin duda alguna desde la representación personal que yo (o cualquier otro usuario de RRSS sin cargos institucionales) pudiera realizar.
Pero Puente es el ministro de transporte. Está representando a todos los españoles, incluidos a los periodistas o presentadores de turno.
Creo que Puente está realizando una tarea absoluta de "bufón" del reino. Y como ya sabemos, ser bufón significa hacer "feliz" o sacar sonrisas al "rey", que sin duda alguna en este caso es Sánchez.
Esa mofa y prostitución de la institucionalidad de los cargos es la que siempre me ha desagradado, y tengo el convencimiento de que a muchos les chirría lo suficiente como para no dar apoyo a aquellos a los que se aprovechan de esta institucionalidad que ostentan, para ellos mismos tener más visibilidad.
El que una periodista como Intxaurrondo sea señalada, es malo, el que un medio como El Diario sea señalado es malo.
Y eso todo el mundo lo sabe.
Pero aunque a muchos les disguste, el que alguien como Vallés sea señalado desde alguien que ostenta un puesto institucional, es malo también, aunque no nos guste lo que dice Vallés.
Y eso también hay que aceptarlo.
Creo que el autor de este artículo mezcla las cosas que quiere decir, sin ser capaz de diferenciarlas correctamente.
No veo este un buen artículo en absoluto, de hecho me parece altamente mediocre, precisamente por esa imprecisión a la hora de explicar qué es lo que quiere decir, y por su incorrecto análisis de los hechos mezclando acontecimientos.
Así el mensaje que quieran difundir es obvio que no sea adecuadamente entendido, básicamente porque es difícil dar un mensaje coherente confundiendo y mezclando como hacen aquí, los pilares de lo que debe ser un gobierno o lo que debe ser la libertad de expresión de aquellos que no somos el "gobierno" institucional.
Mal comunicador el articulista.
Estrategia de defensa: "mi cliente ve doble, no se puede saber si señalaba a el diario o el de al lado".
No reírse de los borrachos
LA VOZ DE SU AMO