A los 11 años, Phulsani fue vendida a un burdel donde, a diario, era obligada a acostarse con tres clientes. Su historia no es muy diferente de la de Puspa, Radhika o Purnima; y, como la de ellas, la del resto de los más de 21 millones de personas que, cada año, son víctimas de la que ya es denominada la nueva esclavitud del siglo XXI, la trata de personas. De estos 21 millones, más de 7 son menores. Niños y niñas a los que se les arrebata su principal derecho, el derecho a vivir y disfrutar de su infancia.
Comentarios
La "nueva esclavitud del siglo XXI" es tan sospechosamente parecida a la "vieja esclavitud del siglo XX", y a la del XIX, y a la del XVIII... que cualquiera diría que sólo usamos esa forma de llamarla con tantas palabras para autoconvencernos de que somos mejores que nuestros ancestros, cuando somos la misma mierda.
#1 ¿De verdad tú eres tan mierda como los que compran y venden niños en Nepal, en Camboya o en Tailandia? Porque yo no.
#3 Cuando uso la primera persona del plural no hablo de ti o de mí como individuos, me refiero a la humanidad como conjunto. Pero tu comentario sólo confirma el mío. Muchas palabras para dar a entender que la la esclavitud es un virus erradicado que resurge con una nueva cepa, cuando es la misma enfermedad para la que sólo se han aplicado tratamientos paliativos.
Además, no tienes que irte a Nepal o a Camboya para hablar de esclavitud, la trata de personas existe en España, probablemente lo tengas más cerca de lo que te imaginas.
Yo no sé si soy peor que el que compra y vende niños en Nepal (sinceramente espero que no), pero sí sé que no soy mejor en tanto en cuanto no exija a quien corresponda una respuesta enérgica y fulminante contra esta lacra humana que arrastramos ya durante milenios.
Es cierto que la explotación sexual de menores es lo más rastrero que hay, pero también deberían pensar en la explotación laboral de menores, el problema es que eso puede romper con el capitalismo actual...
Salu2