Hace 5 meses | Por BoosterFelix a 20minutos.es
Publicado hace 5 meses por BoosterFelix a 20minutos.es

Otro grave problema señalado son que las cifras relativas a la inseguridad alimentaria severa continuaron creciendo y son ya 265,7 millones de personas de 60 países las que afrontan esta situación, más del doble del número de personas que la sufrían antes de la pandemia de covid.

Comentarios

traviesvs_maximvs

Boosterfelix y su interminable e intragable turra de siempre.

B

#2 No debe parecerte que mis comentarios sean tan equivocados e intragables si no tienes cojones ni neuronas de ponerme un ignore como el que yo te acabo de poner a ti por falaz y por no tener neuronas para responder dando un argumento racionalmente válido que muestre en qué me equivoco en vez de responder con falacias.

Y como aclaración complementaria: cada vez que se publican noticias racistas, vosotros las criticáis y señaláis. Pues exactamente lo mismo hago yo con las noticias aporófobas: cada vez que se publican noticias aporófobas, yo las critico y señalo. No voy a criticar como aporófoba una noticia sobre el robot Perseverance en Marte.

traviesvs_maximvs

Boosterfelix, turras legendario y ahora encima llorón.

B

Os subo esta noticia para demostraros que los de Médicos Sin Fronteras son unos aporófobos, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, porque al "denunciar" que la inseguridad alimentaria severa ha continuado creciendo, están implicando indirectamente que la inseguridad alimentaria severa y la pobreza son cosas malas o negativas, lo cual deja en muy mal lugar a todas esas personas, éticas e inteligentes, que, en ejercicio de sus legítimos derechos, consideran que la pobreza, la inseguridad alimentaria severa, la precariedad y la desigualdad inmerecidas son circunstancias tan estupendas como para incluso hacer nacer, y criar, a sus propias proles en ellas, a que sus proles también hereden y les agradezcan esa pobreza, esa inseguridad alimentaria severa, esa precariedad, esa desigualdad inmerecida y ese capitalismo tanto como esas personas progenitoras los agradecen a sus padres.

Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros. A unos puede parecerles que hacer nacer a sus hijos en la pobreza o la precariedad es estupendo, muy ético y muy cultural; a otros puede parecerles que maltratar animales innecesariamente también es estupendo, muy ético y muy cultural; a otros pueden parecerles que atracar bancos, asesinar personas, o la pornografía infantil también son estupendos y muy éticos y culturales; a cada uno de nosotros pueden parecernos que son estupendas y muy éticas y culturales las cosas que sean; a los legisladores pueden parecerles estupendas y muy éticas y culturales las cosas que sean; estamos en un mundo de diversidad ideológica, mutuo respeto y civismo.

Además, los pobres ya tienen que sufrir la pobreza. Sería inhumano negarles encima el derecho de ver a sus hijos sufriendo también la pobreza.

l

#1 ¿De qué vas?

MAOTSENG

tienes razón ademas el razonamiento es:



El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole.

Esta noticia claramente utiliza un lenguaje aporófobo, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, porque, al implicar indirectamente que la pobreza y la precariedad son cosas malas o negativas, está dejando en mal lugar a todos esos andaluces, éticos e inteligentes, que, en ejercicio de sus legítimos derechos, consideran que la pobreza, la precariedad, la desigualdad inmerecida y el subdesarrollo son circunstancias tan estupendas como para incluso hacer nacer, y criar, a sus propias proles en ellas, a que sus proles también hereden y les agradezcan esa pobreza, esa precariedad, esa desigualdad inmerecida, ese subdesarrollo, ese capitalismo y esa monarquía tanto como esos andaluces progenitores los agradecen a sus padres y a Dios y a la virgen.

Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.

Además, los pobres ya tienen que sufrir la pobreza. Sería inhumano negarles encima el derecho de ver a sus hijos sufriendo también la pobreza.

Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.

Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.

El_Tron

Solo llega para cubrir sueldos de directivos, administrativos y chiquillos que dan la brasa por las calles.