Hace 2 meses | Por Malinowski a elsaltodiario.com
Publicado hace 2 meses por Malinowski a elsaltodiario.com

Apenas ciento cincuenta metros de hierro y piedra separan a Sevilla de Triana. Un barrio con catedral, fiestas, costumbres, y formas de vida y expresión propias, se enmarca dentro de una ciudad que tiende a añorar su patrimonio humano, en lugar de preservarlo. Tras los éxodos de trianeros que se dieron a mediados del siglo XX, casi setenta años después la historia se repite, pero el contexto socioeconómico hostil actual agrava sus consecuencias

Comentarios

Robus

La vida avanza y las condiciones de vida mejoran, que un barrio antes fuese "pintoresco" (sinónimo de "ruinoso" según Terry Pratchett ) va dejar de serlo a medida que mejoren sus condiciones.

Yo pasé mi infancia en un barrio antiguo, las calles todavía no estaban esfaltadas y tenía un aspecto casi mediaval (vivía en la calle del castillo), era tan mono que todavía en 2012 se usó para representar un barrio de Sevilla (siendo realmente Vilanova i la Geltrú) en la película "Blancanieves" (de hecho la niña hace la comunión en la misma iglesia que la hice yo!)... pues poco queda ya del barrio de mi infancia, se han tirado casas, se han remodelado calles, se han construido casas nuevas que no pegan ni con cola en el ambiente...

Eran otros tiempos, los niños jugabamos saltando por los tejados y había un sereno que encendía los faroles (electricos pero no automátizados) cada noche con un palo... muy pintoresco, pero de otro tiempo.

Eibi6

prefieres que pase esa misma forma de vida precarizada pero en bloques de pueblos dormitorio sin alma ni unión vecinal a las afueras de las ciudades roll

Fingolfin

Este documental sobre Triana es imperdible

ElPerroDeLosCinco

Visité sevilla el año pasado y Triana fue lo que más me decepcionó. Toda la vida oyendo hablar de ella y para el visitante, resulta ser un barrio normal como cualquier otro en cualquier otra ciudad. Tendrá el encanto de sus gentes o lo que sea, pero si lo ves a pie de calle, no hay gran cosa.

Eibi6

#_3 parece que sahpicao y me ha metido en el ignore

Disiento

Fijaos en Egipto o el sureste asiático donde las ruinas son ahora el primer negocio a nivel mundial.

f

Gusana Díaz también es Triana y menos mal que se fue. ¿qué tal si desde los medios llamados "de izquierda" dejamos de romantizar la precariedad, la pobreza, la marginación disfrazándola de identidad, costumbrismo, reuniones de patio de vecinas, etc.? porque vivir de hacer recaos, de limpiarle los zapatos al guiri, de cantar y bailar flamenco, de fregar los suelos que pisan las señoras bien de otros barrios de Sevilla no tiene nada de cultura auténtica que haya que preservar. la gentecilla de El Salto cada vez más naif. de nada

f

llamas unión vecinal a ver quién pone las maceticas de flores más bonitas en su balcón para que los guiris les hagan fotos y dejen unas monedicas a la pobre señora de la casilla. y llamas "alma" de un barrio a lo que el desarrollismo urbanístico permitió, construyendo como se podía en los márgenes del río, para que esas pobres gentes se quedaran ahí y no afearan ni molestaran al resto de la gente bien de Sevilla-Sevilla. la romantización de espacios como Triana es sólo la construcción artificial de una estampa folclorista para el turisteo, pero su "alma" está hueca o nunca existió. la historia de la creación de los barrios no tiene nada que ver con la solidaridad vecinal ni con las luchas sociales sino con la cruda realidad de cómo el capitalismo organiza el territorio y decide dónde tienen que vivir unos y dónde tienen que vivir otros. medios como El Salto alimentan este artificio desde un disfraz "de izquierda". para que se entienda: es el mismo rojopardismo de una tal Simón y su libro de si la feria y lo bien que vivían nuestras abuelas en su pueblo. pues lo mismo se está haciendo ahora con lo de los barrios auténticos de toda la vida, etc.

f

eso eso, sigamos alimentando el exotismo y el folclorismo. una pieza creada por y para el disfrute de quienes nos visitan. esa nueva forma de estar orgullosos de ser una colonia gracias al turismo. sigamos así

l

Una pena que lo que más atraía ahora sea lo que lo destruya... Y no sólo en Triana...