Las "esposas aturdidoras" (stun-cuffs) pueden dar calambrazos de hasta 80.000 voltios. Sirven para controlar a personas que ya están arrestadas y a disposición podicial o judicial. Además se pueden activar por control remoto. En este caso, el detenido estaba haciendo de su propio abogado. Tras una discusión con el juez, éste le dijo al alguacil: "Hazlo, dale". Con el control remoto, éste le soltó 50.000 voltios al acusado, que cayó al suelo y se puso a gritar de dolor. El juez ha sido ahora condenado a tomar clases de gestión de la ira.
Comentarios
¿Y no serían más aleccionadores unos buenos calambrazos en las partes nobles del endeviduo éste de la toga?
#3 La letra con sangre entra, ¿no decían eso?
#3 Pues según el criterio del propio juez así debería de ser.
¿Y no va la medida acompañada de retirada de la carrera judicial, al menos por un tiempo?
#1 No lo dice específicamente me temo.
#2 Eso nos hace falta, yo como tengo plena confianza en la justicia pediría que me pusieran las esposas para darle buen rollo al juez
que le den el control remoto al juez y se ahorran al alguacil
Cobarde.
Sádico.
Juez.
A ver cuando llega la tecnología a España.