La policía italiana se felicitó por haber detenido a "uno de los cien criminales más peligrosos de Italia", Roberto Manganiello, de 35 años, jefe de uno de los clanes afiliados a la Camorra. Este hombre está acusado del asesinato, en octubre de 2004, de dos hombres, miembros de un grupo enemigo. Cuando estaba viendo el partido entre Nápoles y el Inter de Milán, los policías, disfrazados de repartidores de pizza, entraron en el apartamento. Manganiello, que no estaba armado, no opuso resistencia.
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En esa banda queda prohibida la pizza.
Le pillaron con las manos en la masa