Publicado hace 2 años por Chabelitaenanita a eleconomista.es

Turquía está nadando a contra corriente. Mientras que gran parte de los bancos centrales de los países emergentes (y no emergentes) han comenzado a endurecer su política monetaria para luchar contra la galopante inflación, el Banco Central de Turquía (CBRT) está haciendo todo lo contrario. Esta institución ha perdido prácticamente toda su independencia, olvidando su mandato y cediendo (por obligación) todo el poder al Palacio Presidencial de Ankara. El resultado, por ahora, es la pérdida de confianza en la lira turca.