Publicado hace 8 años por Soydevalladolid a elnortedecastilla.es

La noche del martes fue la tercera vez que el propietario de la cafetería Dakota, ubicada en la calle Divina Pastora, tuvo que dormir en un lecho improvisado dentro de su establecimiento, nada menos que una camilla de masajes, ante la imposibilidad de cerrar la verja de su negocio con el mando automático. ¿La razón?Un inhibidor de frecuencias que interfiere las transmisiones radioeléctricas de la calle.

Comentarios

D

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EADE. Mejor la descartas antes de que te la hundan.

D

Las vergas ya te digo yo que si, al menos la miá

D

Claro, ahora resulta que las vergas no tienen un sistema de cierre manual.
Aaaayyy! Manuel!