Sin embargo, lo que para él había sido una decisión llamémosla “guay” se volvió contra él cuando la reacción de las redes no era la que esperaba, puesto que las personas empezaron a acusarle de maltratador, de ignorante, de no tener nada en la cabeza… Y es que Emerson Damascenos, un tatuador profesional brasileño debió pensar que sería toda una obra de arte tatuar a su bull terrier. Este era su perro antes:
Comentarios
#5 ¡Y arte de los grandes!
¡Qué hay de indignante en tatuar a un perro?
#4 Para ti que la tauromaquia es un arte, nada.
Para las personas normales es indignante.
Yo... así... porque soy una nenaza, no le acercaría al hocico de un bull terrier una aguja protejido tan solo con unos guantes de latex...
Además en el hocico, en las orejas y en alrededor de ojos. Vamos deben ser las más dolorosas.
aunque (cc #2 ) posiblemente lo anestesio, un perro no se mantiene quieto y menos si le pinchas ahí
¡Indignada estoy!