Hemos perdido el instinto de conservación, más allá de la pandemia la gente ha descuidado su tiempo y su vida en busca de una falsa felicidad. El instinto está desapareciendo por tanto ruido e inflación mental inútil, excepto para contribuir al caos humano.
Comentarios
Cómo grupo nunca lo hemos tenido.
También nos gusta jugar a la lotería aunque no toque.