Los profesores retirados de sus puestos que hicieron un pulso con el gobierno abandonan la huelga de hambre después de diez meses. Denuncian los malos tratos sufridos en la cárcel: "Era como un campo de concentración, me golpeaban y no me dejaban hablar con nadie" Las protestas se siguen produciendo cada día en la misma calle, bajo la estatua "encarcelada" de los derechos humanos
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A ver, los defensores de los DD. HH. hagan cola ordenadamente para manifestarse...