El gobierno conservador húngaro acentuó su retórica anti-inmigración, como lo ilustran los carteles que piden a los extranjeros que no "roben el trabajo de los húngaros" o una consulta popular que vincula inmigración y terrorismo.
siempre con la mentira de "nos roban el trabajo". El trabajo no es "suyo", por lo tanto no se lo pueden "robar", el trabajo pertenece a los empresarios, que son los que se lo dan quien les da la gana. En el capitalismo, este suele ser aquel que se ofrece por menos salario y menos condiciones.
Si no les gusta el sistema, que vuelvan al comunismo, donde el dueño del trabajo es el estado y se lo da a los nacionales.
Comentarios
En país es al revés, primero los de fuera que no aportan nada y luego si queda algo los de casa
siempre con la mentira de "nos roban el trabajo". El trabajo no es "suyo", por lo tanto no se lo pueden "robar", el trabajo pertenece a los empresarios, que son los que se lo dan quien les da la gana. En el capitalismo, este suele ser aquel que se ofrece por menos salario y menos condiciones.
Si no les gusta el sistema, que vuelvan al comunismo, donde el dueño del trabajo es el estado y se lo da a los nacionales.