Un gesto de bondad se ha convertido en un tsunami de solidaridad. El pasado 30 de mayo, la joven sudafricana Monet Van Deventer estaba en apuros: su coche se quedaba sin gasolina y al ir a repostar combustible a las afueras de Ciudad del Cabo, se dio cuenta de que había olvidado su cartera. Mientras le limpiaba los cristales del vehículo –algo habitual en las gasolineras sudafricanas–, Nkosikho Mbele, un empleado de la estación de servicio, notó el apuro en el rictus de Van Deventer y salió a su rescate sin darse demasiada importancia.
Comentarios
#0 Esa entradilla...
#1 Las etiquetas si que están bien.
#6 Me has pillado, soy Carlos Sobera
#1 #2 Joder, me había copiado el texto de un banner .
#0 Corrige la entradilla.
Juega, juega, juega
Reposta, reposta, reposta
Gana, gana, gana
#5 Sí claro, estabas tratando de hacer publicidad de tu casa de apuestas.
#0 La solidaria historia de un humilde gasolinero sudafricano
La solidaria historia de un humilde gasolinero sud...
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