Galicia, hasta hace poco privilegiada por los ríos y la lluvia, parece haber caído una maldición. Se trata de la hipertrofia hidroeléctrica y, en menor grado, de la derivada de los embalses para riegos y consumo humano. No hay ríos en estado natural sino una red de embalses con desagüe espasmódico que trastorna a los habitantes con inundaciones o sequías inducidas, parques marisqueros arrasados por aguas dulces ácidas y ahora la hiperproducción eléctrica. La puñalada final, era crear centros de producción de hidrógeno verde en los ríos.
Comentarios
Y esto nos lo cuenta La Voz, la mayor defensora de las políticas que llevan décadas destrozando Galicia.
Vaya espabilaos estos del hidrógeno, mucho verde, mucho verde... pero se han olvidao de soltar los preceptivos verdes a La Voz. A ver si así se coscan.