Hace 5 años | Por --228360-- a lavozdeasturias.es
Publicado hace 5 años por --228360-- a lavozdeasturias.es

Hace más de veinte años acudí a una debate en un local del ayuntamiento de la ciudad donde vivía entonces. El debate era sobre el racismo y la xenofobia, y finalmente derivó en el estado de los barrios marginales de la localidad. Todos hablaron, hablaron mucho, y algunos de ellos hicieron todo lo que estuvo en su mano para evitar que yo hablara. Precisamente el único habitante de un barrio marginal era yo, pero se ve que no era suficiente.

Comentarios

ikatza

Efectivamente, el "nací en un barrio obrero" se ha convertido en el nuevo "yo corrí delante de los grises".

D

#1 Yo corrí delante de los grises en el barrio obrero en el que nací.

ikatza

#2 Pues tu nivel de verdadera izquierda is over 9000 lol

D

#1 Pues no te has leído el artículo entonces.

Todos hablaron, hablaron mucho, y algunos de ellos hicieron todo lo que estuvo en su mano para evitar que yo hablara. Precisamente el único habitante de un barrio marginal era yo, pero se ve que no era suficiente. Después se pusieron a pontificar sobre la integración del pueblo gitano, y recuerdo perfectamente cómo la organizadora del evento levantó la mano para hacerme callar y dijo que los gitanos no muerden. Dado que yo era el único que había crecido con niños gitanos, ya intuía que, efectivamente, no muerden, pero no tuve ni voz ni voto, en fin, en todo el debate supuestamente abierto, tan abierto que hubo algunos que acabaron hablando de forma grandilocuente de Maquiavelo, momento que aproveché para largarme de allí antes de que se me pegara la burguesía a la que no pertenezco.

ikatza

#4 Precisamente comento porque me he leído el artículo hasta el final:

No hay un fetichismo de barrio. Ser de un barrio pobre no me hizo mejor persona, ni me siento orgulloso de ello. Ser de barrio obrero no es una identidad, porque creer que eso es así sería poco menos que tener ideas lombrosianas y pensar que no se puede cambiar y mejorar nuestra situación, y la posibilidad de cambiar lo que hay en los barrios obreros es la principal obsesión de mi vida que, en ocasiones, hasta me impide dormir.

D

#6 Sigue, sigue leyendo...

Este abismo entre la izquierda pseudointelectual, el activisme, y los que crecimos en la mugre o seguimos en ella, es evidente. Han surgido algunos articulistas, llamémosles Soto Lenore y Víctor Ivars, que se dedican desde hace un tiempo a señalar esto: la existencia de una izquierda encantada de haberse conocido y absolutamente ajena a los problemas de los que menos tienen, e incluso, en sonoros y delirantes casos, con un repugnante odio irracional hacia las clases bajas y los jubilados. Claro, hay una reacción a estos articulistas, y algunos llaman fetichismo de barrio a todo aquello que intente señalar de alguna manera este problema en la izquierda que sin duda afecta a nivel electoral.

ikatza

#7 ¿Cómo voy a seguir leyendo si te he citado el último párrafo? Nada, si voy a tener que explicarlo.

La mayoría de los que dicen "yo corrí delante de los grises" no lo hizo. Son pseudoprogres que fechitizan estos sucesos y se quieren poner la medallita de "verdadera izquierda". La mayoría de los que dicen "a mi no me vas a dar lecciones de izquierdismo, que nací en un barrio obrero" idem. Yo sí nací en un barrio obrero y no lo voy poniendo como garantía de nada.

D

#8 Si te entiendo. Pero estamos hablando de este artículo y yo lo veo de otra manera.

El tipo va a una reunión. Se habla sobre gitanos. Él es el único que ha vivido en un barrio pobre con gitanos y por lo que se ve no tiene muy buena opinión de los gitanos ya que la progre de turno le corta y no le deja hablar.

Se queja dela izquierda y lo desconexionada que está de la realidad.

ikatza

#8 *fetichizan. Joer con el palabro.

nanobcn

#8 Me recuerda a una vez en una reunión de cierta organización ligada a partido de izquierdas, en que se trataba el tema de la prostitución.

Casualmente yo era scort e iba con una amiga que también se dedicaba a la prostitución. Pues a mí básicamente no me dejaron hablar (creo que no encajaba en el relato que hacían que hubiera hombres que se dedicaran a la prostitución), por mi amiga mostraron un absoluto desprecio, la acusaron de defender la explotación de mujeres, y un tiempo después la acabaron echando de la organización. Yo me fui por mi propio pie.

Por supuesto las que llevaban la voz cantante y se erigían en defensoras de las putas, a las que dibujaban como meras víctimas sin voluntad propia, en realidad las despreciaban, destilaban clasismo y superioridad moral por todas partes, y tenían nulo interés en conocer la opinión de ninguna trabajadora sexual.

TiJamásLlevaTilde

#1 Esos sí que eran runners, y no los tiparracos que van todos coloridos de ahora...