El 64% del acoso callejero y sexual que sufren las adolescentes engloba miradas insistentes, silbidos, acercamientos y comentarios groseros. Y casi 4 de cada 10 situaciones de acoso incluyen contacto físico, según un mapeo de puntos inseguros en seis ciudades de España y Bélgica
#1:
Y así hemos pasado del “todo es ETA” de la caverna mediática a “la calle es insegura para las mujeres, como todo” de los adeptos de Montero, a ver cuando fundan la Orden Mediática de les Irineres.
#6:
#3 Menos mal que solo es un cierto grupo, leyendo el titular parecía que alguien se creía con derecho a opinar en nombre de 24 millones de mujeres.
bueno, es verdad, la calle e insegura para las mujeres. Una mujer siente una inseguridad mayor que un hombre, por muchas razones (por su educación, porque la educación de muchos hombres hace se se sientan crecidos ante una mujer...). Otra cosa es que antes no se dijera, y hubiera quien no se enterrara, y la gente hiciera las cosas de manera adaptada a lo que pensaba que era una realidad que no podía cambiar (aunque no les hiciera sentir necesariamente cómodas).
Es normal que cuando hay un cambio de paradigma se revisen las cosas, a veces un poco en exceso, pero es necesario para encontrar un nuevo equilibrio.
Y así hemos pasado del “todo es ETA” de la caverna mediática a “la calle es insegura para las mujeres, como todo” de los adeptos de Montero, a ver cuando fundan la Orden Mediática de les Irineres.
La verdad es que las 3 novias que he tenido hasta la fecha han tenido situaciones indeseables (muy indeseables) por la calle. Señores intentando manosearlas, señores que prácticamente han parado el tráfico de una calle para gritarlas lo buenas que estaban, señores que se han acoplado a su paso durante calles y calles para interrogarlas sobre lo divino y lo humano, señores que simplemente tenían la necesidad de recordarlas las buenas tetas que tenían... ¿Son de la mayoría de tíos? Pues evidentemente, no. Pero sí es un problema endémico arraigado. Porque las mujeres no son un cerebro colmena, pero resulta que suelen tener amigas y hablan entre ellas. Y esas amigas tienen a su vez otras amigas. Y resulta que todas cuentan experiencias muy similares y recurrentes. Y no lo cuentan echándose unas risas, precisamente.
Y ya si entramos en el mundo salir de noche, discoteca y alcohol, las historias que he oído son escalofriantes.
Los hombres normales, en vez de ponerse a la defensiva y empezar con el mimimi (me han robado 2 veces con fuerza en mi vida, recibiendo unas hostias como panes, sé lo que es sentir inseguridad), podríamos mostrar empatía, ponernos en su lugar y recapacitar cuando el típico amigo va lanzando piropos y silbiditos a las tías y le reímos las gracias, o nosotros mismos nos convertimos en unos babosos pesados con 3 cervezas.
#3 Yo ando por según que barrios y tampoco siento que la calle sea mía. Y puede que haya mujeres que si que sientan que la calle es suya porque no se dejan intimidar.
Comentarios
bueno, es verdad, la calle e insegura para las mujeres. Una mujer siente una inseguridad mayor que un hombre, por muchas razones (por su educación, porque la educación de muchos hombres hace se se sientan crecidos ante una mujer...). Otra cosa es que antes no se dijera, y hubiera quien no se enterrara, y la gente hiciera las cosas de manera adaptada a lo que pensaba que era una realidad que no podía cambiar (aunque no les hiciera sentir necesariamente cómodas).
Es normal que cuando hay un cambio de paradigma se revisen las cosas, a veces un poco en exceso, pero es necesario para encontrar un nuevo equilibrio.
Y así hemos pasado del “todo es ETA” de la caverna mediática a “la calle es insegura para las mujeres, como todo” de los adeptos de Montero, a ver cuando fundan la Orden Mediática de les Irineres.
#1 No es justo que nos sintamos menos seguras que ellos en la calle.
¿Qué sabe ella cuán seguros nos sentimos los hombres en la calle?
La verdad es que las 3 novias que he tenido hasta la fecha han tenido situaciones indeseables (muy indeseables) por la calle. Señores intentando manosearlas, señores que prácticamente han parado el tráfico de una calle para gritarlas lo buenas que estaban, señores que se han acoplado a su paso durante calles y calles para interrogarlas sobre lo divino y lo humano, señores que simplemente tenían la necesidad de recordarlas las buenas tetas que tenían... ¿Son de la mayoría de tíos? Pues evidentemente, no. Pero sí es un problema endémico arraigado. Porque las mujeres no son un cerebro colmena, pero resulta que suelen tener amigas y hablan entre ellas. Y esas amigas tienen a su vez otras amigas. Y resulta que todas cuentan experiencias muy similares y recurrentes. Y no lo cuentan echándose unas risas, precisamente.
Y ya si entramos en el mundo salir de noche, discoteca y alcohol, las historias que he oído son escalofriantes.
Los hombres normales, en vez de ponerse a la defensiva y empezar con el mimimi (me han robado 2 veces con fuerza en mi vida, recibiendo unas hostias como panes, sé lo que es sentir inseguridad), podríamos mostrar empatía, ponernos en su lugar y recapacitar cuando el típico amigo va lanzando piropos y silbiditos a las tías y le reímos las gracias, o nosotros mismos nos convertimos en unos babosos pesados con 3 cervezas.
#11 No hay suficiente like para este comentario! Mis dieses.
#9 Te has leído el artículo? Porque me da que tu comentario solo viene de interpretar el titular
La calle pertenece a todo el mundo, no sólo a un grupo concreto.
#2 Y precisamente este artículo habla como cierto grupo de persona se siente expulsado de la calle por culpa del comportamiento de otros
#3 Menos mal que solo es un cierto grupo, leyendo el titular parecía que alguien se creía con derecho a opinar en nombre de 24 millones de mujeres.
#3 Yo ando por según que barrios y tampoco siento que la calle sea mía. Y puede que haya mujeres que si que sientan que la calle es suya porque no se dejan intimidar.
#7 Eso no invalida que se pueda alzar la voz al respecto e intentar buscar una solución. Sin entrar a valorar la solución en si mismo.
#8 Correcto, pero que no hable en nombre de todas las mujeres del país ni reclame la propiedad de la calle, que es de todos