Una niña de cinco años fue al jardín infantil de la localidad argentina de Mar del Plata con un revólver cargado que supuestamente le entregó su madre. La pistola fue descubierta cuando la niña sacó el arma de su mochila para guardarla en un bolsillo porque le resultaba muy pesada.
Eso me recuerda a una insensatez que hice en mi más tierna infancia. Sería yo un par de años mayor que esa chiquilla cuando en mi colegio se pusieron de moda unas navajas de plástico. En el colegio hacíamos peleas con ellas en las que nadie se hacía daño porque eran completamente inofensivas. Resulta que yo perdí la mía o me la robaron, nunca lo supe, y cogí una de verdad que mi abuelo que tenía por casa y me fui al colegio con ella en la mochila. La suerte es que ese día no hubo pelea de navajas en el colegio y cuando llegué a casa mi abuelo andaba buscándola y se la devolví con la correspondiente bronca por su parte, después de mi abuela y al final de mis padres cuando volvieron del trabajo. Ahora desde una perspectiva de adulto pienso muchas veces en lo que hubiera podido pasar y me cuido mucho de no dejar en la medida de lo posible cosas así al alcance de los niños y de no fomentar ese tipo de juegos. Y por supuesto hay que tener menos luces que una lancha de contrabando para darle un arma a una niña
#8 Cosas de ser de pueblo. Recuerdo otra vez que jugando a tirarle piedras a un bote encima de unas rocas, fui a ponerlo después de acertar y nada más ponerlo empezaron a llover piedras. Gané un viaje con todos los gastos pagados a urgencias y una brecha de tres puntos en la cabeza. Recuerdo mi infancia con mucho cariño, me salta una lagrimilla cuando miro mis cicatrices
#9 Yo también soy de pueblo, y he descalabrado y me han descalabrado más de una vez. Jugábamos a pillar libélulas y las cabronas menudos bocados nos pegaban para defenderse. Con tirachinas hechos con un globo y la parte de arriba de una botella de refresco, disparábamos a un burro. Pequeñas atrocidades de la época en la que no había tablets, que teníamos que matar el tiempo de alguna manera. Ahora los niños no pueden tirarse piedras porque está todo asfaltado.
Comentarios
Una actitud sensata la de esos padres.
Eso me recuerda a una insensatez que hice en mi más tierna infancia. Sería yo un par de años mayor que esa chiquilla cuando en mi colegio se pusieron de moda unas navajas de plástico. En el colegio hacíamos peleas con ellas en las que nadie se hacía daño porque eran completamente inofensivas. Resulta que yo perdí la mía o me la robaron, nunca lo supe, y cogí una de verdad que mi abuelo que tenía por casa y me fui al colegio con ella en la mochila. La suerte es que ese día no hubo pelea de navajas en el colegio y cuando llegué a casa mi abuelo andaba buscándola y se la devolví con la correspondiente bronca por su parte, después de mi abuela y al final de mis padres cuando volvieron del trabajo. Ahora desde una perspectiva de adulto pienso muchas veces en lo que hubiera podido pasar y me cuido mucho de no dejar en la medida de lo posible cosas así al alcance de los niños y de no fomentar ese tipo de juegos. Y por supuesto hay que tener menos luces que una lancha de contrabando para darle un arma a una niña
#5 Qué infancia tan difícil has tenido
#8 Cosas de ser de pueblo. Recuerdo otra vez que jugando a tirarle piedras a un bote encima de unas rocas, fui a ponerlo después de acertar y nada más ponerlo empezaron a llover piedras. Gané un viaje con todos los gastos pagados a urgencias y una brecha de tres puntos en la cabeza. Recuerdo mi infancia con mucho cariño, me salta una lagrimilla cuando miro mis cicatrices
#9 Yo también soy de pueblo, y he descalabrado y me han descalabrado más de una vez. Jugábamos a pillar libélulas y las cabronas menudos bocados nos pegaban para defenderse. Con tirachinas hechos con un globo y la parte de arriba de una botella de refresco, disparábamos a un burro. Pequeñas atrocidades de la época en la que no había tablets, que teníamos que matar el tiempo de alguna manera. Ahora los niños no pueden tirarse piedras porque está todo asfaltado.
Muy buena idea, y añadiría que todos los niños puedan llevar su propia pistola por si alguno hace un uso indebido de ella.
FLI-PAN-TE
Con lo fácil que es seguirla con un drone armado.
Estos argentinos aprenden rápido de sus vecinos del norte (EEUU).
Hit Girl eres tu?
Manda huevos
La culpa es de los padres que los...