Seguramente los maestros también preferirían que fueran psicólogos profesionales... los que conozco están más que hartos de hacer cosas que no son propiamente de "educación" (coordinador "informática", coordinador "reciclaje", coordinador "salud", coordinador "limpieza", cordinador "huerto"...)...
Aunque si tuviesen más presupuesto antes que en psicólogos yo añadiría más profesores de educación especial, eso aumentaría el nivel de aprendizaje para los que van más lentos a la vez que permitiría al resto de la clase avanzar a mejor ritmo... recordemos que la función primaria de una escuela es esa, enseñar.
Subo esta noticia porque es obvio que también es una forma de recorte: medidas efectivas para ayudar a los alumnos serían la bajada de ratio, tener psicólogos profesionales que ayudaran realmente a dichos alumnos y no formar a profesores que, por mucha disposición que tengan, no tendrán ese conocimiento psicológico que se necesita.
Este año estamos teniendo una vuelta a las aulas tan ridículamente caótica que estoy dispuesto a creerme cualquier subnormalidad que digan o propongan.
Es más, me suena hasta razonable, dentro de las idas de olla que estoy viendo.
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Seguramente los maestros también preferirían que fueran psicólogos profesionales... los que conozco están más que hartos de hacer cosas que no son propiamente de "educación" (coordinador "informática", coordinador "reciclaje", coordinador "salud", coordinador "limpieza", cordinador "huerto"...)...
Aunque si tuviesen más presupuesto antes que en psicólogos yo añadiría más profesores de educación especial, eso aumentaría el nivel de aprendizaje para los que van más lentos a la vez que permitiría al resto de la clase avanzar a mejor ritmo... recordemos que la función primaria de una escuela es esa, enseñar.
#3 A ver si también formaran a padres y familiares para tratar estos temas...
Subo esta noticia porque es obvio que también es una forma de recorte: medidas efectivas para ayudar a los alumnos serían la bajada de ratio, tener psicólogos profesionales que ayudaran realmente a dichos alumnos y no formar a profesores que, por mucha disposición que tengan, no tendrán ese conocimiento psicológico que se necesita.
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Este año estamos teniendo una vuelta a las aulas tan ridículamente caótica que estoy dispuesto a creerme cualquier subnormalidad que digan o propongan.
Es más, me suena hasta razonable, dentro de las idas de olla que estoy viendo.