La propuesta del actual primer ministro griego, el conservador Andonis Samaras, ha sido un completo fracaso y Grecia se ve abocada a unas elecciones anticipadas el 25 de enero. A causa de las medidas antisociales tomadas por el gobierno actual, los votantes están dando un giro a la izquierda y Syriza se presenta como el favorito, por lo que da comienzo la campaña del miedo orquestada por los poderes económicos. No podría ser de otra manera.