Los supuestos empleos que crea son precarios y de carácter temporal, además, reciben subvenciones y no interesan tanto a la gente como los taurinos dicen.
Personalmente, creo que este es el camino de la desaparición de la tauromaquia. No la prohibición, que solo trae reacciones exacerbadas, si no simplemente cerrar el grifo del dinero de todos. Las corridas de toros no tienen relevo generacional, y poca gente esta dispuesta a pagar lo que hace falta para sostenerlas.
Sin subvenciones, en una década, se acabó.
#3 Si hay tres formas de acabar con la tauromaquia, dos malas y una correcta. Las dos malas son: quitar las subvenciones o no quitarlas. En ambos casos la tauromaquia desaparecerá con el tiempo. La correcta sería prohibirla haciendo lo que es coherente con nuestra moral y nuestras leyes con respecto al maltrato de animales.
#5 Entiendo tu razonamiento, y tienes tu parte de razón. PERO, creo que mi idea es más efectiva. Nunca se bebió más ni peor en USA que durante la ley seca, y prohibir las drogas no ha servido para que desaparezcan.
Yo quiero tanto como tu, o más, que desaparezcan las corridas de todos. Pero considero más efectiva la muerte económica que la prohibición.
#6 Quitar las subvenciones puede ser la estrategia que de mejores resultados pero no es la correcta ¡Y además es maquiavélisima! Pero de un maquiavelismo demasiado naif, porque supone que de esa forma los taurinos alborotarán menos. Yo creo que alborotarán lo mismo. Porque es verdad que la mayoría son algo cortitos, pero no lo son tanto como para no darse cuenta de la jugada. Y en realidad el alboroto va a venir de las élites de intelectuales cavernícolas se haga lo que se haga. Lo de comparar drogas con la tauromaquía no acaba de funcionar, porque andar jugando con toros no es una adicción general que se mantenga constante entre la sociedad, de hecho decrece de forma natural y velozmente. Al igual que la Opera la tauromaquía es un arte cada vez más restringido a unas élites y en el caso de los encierros es una afición popular muy localizada en entornos más o menos rurales. Hay que cultivar a los aficionados desde bien pequeños para que encuentren placer en esas actividades. Por lo tanto es imposible que se revierta el proceso natural de abandono de la fiesta por prohibirla. No va a lanzarse gente nueva a los ruedos porque a causa de una reacción se vaya a revitalizar la fiesta entre las clases populares, porque generaciones han crecido sin toros y tratar de pillarles el gustillo es básicamente un tostón que requiere unos "tiempos" que ya no son para nuestra época. En la antigüedad no te diría yo que no, pero ahora no hay forma de que la tauromaquía compita con otros cientos de ofertas de ocio más baratas, más efectistas, deslumbrantes, dinámicas, interactivas, etc. Concluyendo: todo se va a desarrollar mediante grandes follones hagamos lo que hagamos, y es cierto que la prohibición conllevaría un follón del Copón, pero no añadiría más gente a la cultura de toros de la que existe, o sólo la añadiría en forma de postureo transitorio por el mero hecho de fastidiar a los abolicionistas (también por otras muchas cuestiones políticas), pero después de desgarrarse las vestiduras y dar muchos gritos los nuevos protaurinos volverían a la Play a jugar al Fifaloquesea.
¿Pero que clase de valores sociales y humanos aporta la tauromaquia? Porque bueno, hemos tenido insignes artistas y gente de letras defendiéndola, pero hay que reconocer que a nivel popular sus defensores son de escasisima calidad intelectual.
Pero no se prohíben asuntos personales como beber o drogarse. Esto es otro tema. Y al margen de que sin dinero se hunden, ese no es el camino, porque pensarían que no hay toros porque no hay dinero, por lo que en cuanto haya dinero, vuelven. Y el dinero lo habrá en cuanto tengamos políticos más oligofrénicos que los actuales.
La sociedad, y los toreros en particular, deben asumir que se prohíbe la tauromaquia porque está prohibida la tortura y asesinato de animales. Haya dinero o no. Todos deben comprender que asesinar es malo para todos.
Y ya si vamos a hablar de cultura, raíces y libertad, me vengo otro día, ya si eso.
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Personalmente, creo que este es el camino de la desaparición de la tauromaquia. No la prohibición, que solo trae reacciones exacerbadas, si no simplemente cerrar el grifo del dinero de todos. Las corridas de toros no tienen relevo generacional, y poca gente esta dispuesta a pagar lo que hace falta para sostenerlas.
Sin subvenciones, en una década, se acabó.
#3 Si hay tres formas de acabar con la tauromaquia, dos malas y una correcta. Las dos malas son: quitar las subvenciones o no quitarlas. En ambos casos la tauromaquia desaparecerá con el tiempo. La correcta sería prohibirla haciendo lo que es coherente con nuestra moral y nuestras leyes con respecto al maltrato de animales.
#5 Entiendo tu razonamiento, y tienes tu parte de razón. PERO, creo que mi idea es más efectiva. Nunca se bebió más ni peor en USA que durante la ley seca, y prohibir las drogas no ha servido para que desaparezcan.
Yo quiero tanto como tu, o más, que desaparezcan las corridas de todos. Pero considero más efectiva la muerte económica que la prohibición.
#6 Quitar las subvenciones puede ser la estrategia que de mejores resultados pero no es la correcta ¡Y además es maquiavélisima! Pero de un maquiavelismo demasiado naif, porque supone que de esa forma los taurinos alborotarán menos. Yo creo que alborotarán lo mismo. Porque es verdad que la mayoría son algo cortitos, pero no lo son tanto como para no darse cuenta de la jugada. Y en realidad el alboroto va a venir de las élites de intelectuales cavernícolas se haga lo que se haga. Lo de comparar drogas con la tauromaquía no acaba de funcionar, porque andar jugando con toros no es una adicción general que se mantenga constante entre la sociedad, de hecho decrece de forma natural y velozmente. Al igual que la Opera la tauromaquía es un arte cada vez más restringido a unas élites y en el caso de los encierros es una afición popular muy localizada en entornos más o menos rurales. Hay que cultivar a los aficionados desde bien pequeños para que encuentren placer en esas actividades. Por lo tanto es imposible que se revierta el proceso natural de abandono de la fiesta por prohibirla. No va a lanzarse gente nueva a los ruedos porque a causa de una reacción se vaya a revitalizar la fiesta entre las clases populares, porque generaciones han crecido sin toros y tratar de pillarles el gustillo es básicamente un tostón que requiere unos "tiempos" que ya no son para nuestra época. En la antigüedad no te diría yo que no, pero ahora no hay forma de que la tauromaquía compita con otros cientos de ofertas de ocio más baratas, más efectistas, deslumbrantes, dinámicas, interactivas, etc. Concluyendo: todo se va a desarrollar mediante grandes follones hagamos lo que hagamos, y es cierto que la prohibición conllevaría un follón del Copón, pero no añadiría más gente a la cultura de toros de la que existe, o sólo la añadiría en forma de postureo transitorio por el mero hecho de fastidiar a los abolicionistas (también por otras muchas cuestiones políticas), pero después de desgarrarse las vestiduras y dar muchos gritos los nuevos protaurinos volverían a la Play a jugar al Fifaloquesea.
Se desmontan solos...
¿Pero que clase de valores sociales y humanos aporta la tauromaquia? Porque bueno, hemos tenido insignes artistas y gente de letras defendiéndola, pero hay que reconocer que a nivel popular sus defensores son de escasisima calidad intelectual.
Sin subvención desaparecen. ¿El arte patrio es como la sanidad o educación, que no tiene porqué tener beneficios?
Los toros se mantienen porque es otra fuente de pelotazos, hay cuatro que se lo llevan crudo
Pero no se prohíben asuntos personales como beber o drogarse. Esto es otro tema. Y al margen de que sin dinero se hunden, ese no es el camino, porque pensarían que no hay toros porque no hay dinero, por lo que en cuanto haya dinero, vuelven. Y el dinero lo habrá en cuanto tengamos políticos más oligofrénicos que los actuales.
La sociedad, y los toreros en particular, deben asumir que se prohíbe la tauromaquia porque está prohibida la tortura y asesinato de animales. Haya dinero o no. Todos deben comprender que asesinar es malo para todos.
Y ya si vamos a hablar de cultura, raíces y libertad, me vengo otro día, ya si eso.