Eduardo Cunha le declaró la guerra a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el domingo se anotó la victoria que tanto esperó en los últimos meses: el proceso de destitución contra la mandataria fue aprobado en la Cámara de Diputados que preside y ahora avanza al Senado. Acusado de corrupción, este hábil y maquiavélico político de 57 años se colocó en el centro del poder desde que en diciembre pasado acogiera la petición de destitución de una debilitada Rousseff, y uno por uno fue recogiendo pacientemente los votos del domingo
Comentarios
"maquiavélico"
Ha debido ser un proceso muy complicado y árduo, al ver que ella lo ponía en bandeja.
#1 imagine lo complejo de meter fajos de billetes en los bolsillos ajenos contra la voluntad de los dueños de los bolsillos.
Este tío es un malvado, pero habilidad tiene.
#2 Pues tiene gracia... Cualquiera diría que lo de hacer a Lula ministro también ha sido una maniobra opositora.