Es una escena perturbadora. En una carretera transitada, una pequeña figura mendiga dinero vestida con un chándal rosa y una cabeza de muñeca de gran tamaño, pelo rubio y gafas rosas. Como una Barbie espeluznante, se apresura a coger el dinero de los automovilistas antes de volver a su puesto, todo ello con una cadena al cuello. La cola del animal revela que es uno de esos monos capturados en estado salvaje y vendido a un dueño que le sustraerá los molares para que no muerda, y lo someterá a un cruel entrenamiento para que ande a dos patas.
Comentarios
Esto es espíritu empresarial y no lo que os enseñan los gurus de las staraps
Vaya psicopatas.
Tanto el que lo hace como los que le dan dinero...
Países en vías de desarrollo, y no sólo económico.
Pero si todas las religiones son iguales !
¡Jo, qué yuyu!
Por favor, que alguien que viva por allí le meta una paliza de muerte a semejantes animales.
Y si puede que libere a los monos.
No me entra en la cabeza, y encima que le den dinero
No hace poco en España habían circos tratando a los animales mucho peor.
#6
No hace poco ==> Hace mucho
No hace mucho ==> Hace poco
#7 jejeje correcto!
No hace mucho en España habían circos tratando a los animales no poco peor.