Hace 2 años | Por Andaui a elciervo.es
Publicado hace 2 años por Andaui a elciervo.es

[Por Alfredo Pastor] El enriquecimiento individual ha sido el principio rector de la actividad económica en nuestros países, y otras consideraciones han pasado a un segundo plano. “Los impulsos económicos”, decía el socialista inglés H.T. Tawney, “son buenos sirvientes, pero malos amos”. Buenos sirvientes, porque aguzan el ingenio; malos amos, porque nos llevan a un callejón sin salida.