Como si no hubiese pasado nada, Zenón y su amigo magrebí volvieron el martes al Agarimo. El camarero, al verle, le informó de que, después del incidente con el cuchillo, no era bienvenido en el local y que no iban a servirles nunca más. Como reaccionó con amenazas, llamaron a la Policía Local, por lo que se marcharon. Este delincuente es bien conocido entre los hosteleros, que intercambian con frecuencia fotos de él vía WhatsApp para advertir a los dueños de los locales de su peligrosidad.
Comentarios
A ver si con un poco de suerte les pasa un camión por encima.
#2 Me encantan los comentarios poco correctos políticamente hablando.
Es una contradicción ver con que eficacia la policía pone multitas a los honrados.
Noticia racista. El problema es la pobreza y el acceso a los cuchillos. Y Franco y Ayuso y Miliei.