Un hombre había entrado en un establecimiento de alimentación y amenazado a las dependientas con un arma blanca, exigiéndoles el dinero de la caja registradora y encerrándolas después en la trastienda del local. El hombre se hizo pasar por dependiente. "Se colocó detrás del mostrador y comenzó a atender a los clientes que iban entrando a la tienda"
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#0 Ya salió por aquí, muchacho. E hizo portada