Hace 9 años | Por Vlemix a elnuevoherald.com
Publicado hace 9 años por Vlemix a elnuevoherald.com

El miércoles se conmemorará un siglo desde que tropas alemanas lanzaron una nube venenosa de cloro sobre trincheras aliadas durante la Primera Guerra Mundial. El primer ataque a gran escala con cloro como arma, perpetrado en Ieper, Bélgica, el 22 de abril de 1915, desató un uso masivo del gas por parte de Alemania y los aliados durante los últimos tres años de la guerra de 1914 a 1918. Las armas químicas mataron cerca de 100,000 personas y lesionaron a aproximadamente a un millón más durante el conflicto.

Comentarios

alexwing

Técnicamente no es cierto, son mucho más antiguas, antes se sitiaba e infectaba los acuíferos y pozos de los que se abastecía una ciudad. También el veneno de las flechas, aparte de otras cosas http://www.planetasapiens.com/?p=114

Ramanutha

#2 Ostras, es verdad, a los nativos americanos les vendían mantas infectadas de enfermedades.

Vlemix

Doblados como viejos mendigos bajo bolsas,
Chocando las rodillas y tosiendo como viejas, maldecimos a través del lodo
Hasta darle la espalda a las condenadas bengalas
Y empezar a arrastrarnos a un descanso remoto.
Los hombres marchaban dormidos. Muchos ya sin botas
Cojeaban calzados de sangre. Todos patéticos, ciegos todos,
Ebrios de cansancio, sordos incluso a los silbidos
De proyectiles decepcionados que caían más atrás.

¡Gas! ¡Gas! ¡De prisa, chicos! En un éxtasis de torpeza
Nos calamos torpes cascos justo a tiempo;
Pero alguno seguía pidiendo ayuda a gritos tropezando

Indeciso como un hombre ardiendo en llamas o cal viva.
Borroso tras los vidrios empañados y a través de aquella verde luz espesa,
Como hundido en un mar verde, lo vi ahogarse.

En todos mis sueños, ante mi vista indefensa,
Se abalanza sobre mí, se atraganta, se ahoga, se apaga.

Si en algún sueño asfixiante también pudieras seguir a pie
La carreta donde lo arrojamos
Y ver cómo retorcía los blancos ojos en la cara,
Una cara colgante, como un diablo harto del pecado;
Si pudieras oír, a cada tumbo, la sangre
Vomitada por pulmones de espuma corrompidos,
Obsceno como el cáncer, amargo como pus
De viles llagas incurables en lenguas inocentes,–

Amigo mío, no contarías con tanto entusiasmo
A los niños que arden ansiosos de gloria
Esa vieja mentira: Dulce et decorum est
Pro patria mori.


http://blogs.20minutos.es/poesia/2010/12/15/wilfred-owen-morir-por-la-patria-no-es-dulce-ni-honroso-poetas-de-guerra-i/