Ahmad Khalefa, abogado israelí de derechos humanos de 42 años y ascendencia palestina, fue detenido por organizar una protesta contra la guerra de Gaza. Enfrentado a cargos tan graves como "incitación al terrorismo", permaneció detenido 110 días. Su caso pone de relieve la creciente represión de la disidencia en Israel y la lucha por la justicia. Tras meses de disputas legales y protestas internacionales, se concedió a Khalefa el arresto domiciliario, decisión que sólo se produjo tras la intervención del Tribunal Supremo.
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Fue detenido el 19 de octubre y acusado de "incitación al terrorismo" e "identificación con una organización terrorista". Los fiscales no han presentado pruebas que respalden las acusaciones contra él y se enfrenta a una pena de hasta ocho años de prisión si es declarado culpable, según sus colegas.
La única democracia de Oriente Medio silencia a los disidentes como cualquier dictadura. Aparte de masacrar civiles, cometer crimenes de guerra y hacer limpieza étnica como los mismísimos nazis