Mansiones, fincas de miles de hectáreas hoy convertidas en ingenios, solares, edificios... Treinta y cinco familias asturianas quieren lo que Fidel Castro les expropió cuando, hace 55 años, entró en La Habana, y están dispuestas a ceder un trozo del suculento pastel a una empresa catalana para lograrlo.
Comentarios
Que manden a los marines asturianos!!