Los autores incluyen una nota de advertencia: «Pronto será demasiado tarde para cambiar el rumbo de nuestra trayectoria fallida, y el tiempo se acaba. Debemos reconocer, en nuestra vida cotidiana y en nuestras instituciones de gobierno, que la Tierra con toda su vida es nuestro único hogar».
En resumen, se podría decir que somos demasiados.
Un cálculo a ojo se podría decir que deberíamos ser una dècima parte, todos los demás sobramos si queremos un planeta sostenible.
Las opciones son;
- una buena guerra.
- reducir la natalidad a un máximo de dos hijos por pareja.
- rezar y esperar que alguien encuentre solución milagrosa.
#3 Una buena guerra no reduciría la población.
Reducir la natalidad a un máximo de dos hijos por pareja, en el mundo desarrollado no llegamos a eso y en el subdesarrollado necesitan tener más hijos, por la mortalidad y deficientes servicios sanitarios y por necesidades económicas, son un activo importante para la economía familiar, sobre todo en la vejez. Rezar y esperar que alguien encuentre solución milagrosa, apuesto por esta última.
#5 pues yo apostaba por la segunda; paises en los que la gente se muere de hambre son los que más natalidad tienen. Las consecuencias las pagamos todos y realmente sería solo cuestión de poner medios y cambiar mentalidades.
No es fácil pero es posible y lo menos traumático
Comentarios
#0 Te advierto que es un medio de la AEDE.
15.100 tíficos
#2 o bistíficos
En resumen, se podría decir que somos demasiados.
Un cálculo a ojo se podría decir que deberíamos ser una dècima parte, todos los demás sobramos si queremos un planeta sostenible.
Las opciones son;
- una buena guerra.
- reducir la natalidad a un máximo de dos hijos por pareja.
- rezar y esperar que alguien encuentre solución milagrosa.
#3 Una buena guerra no reduciría la población.
Reducir la natalidad a un máximo de dos hijos por pareja, en el mundo desarrollado no llegamos a eso y en el subdesarrollado necesitan tener más hijos, por la mortalidad y deficientes servicios sanitarios y por necesidades económicas, son un activo importante para la economía familiar, sobre todo en la vejez.
Rezar y esperar que alguien encuentre solución milagrosa, apuesto por esta última.
#5 pues yo apostaba por la segunda; paises en los que la gente se muere de hambre son los que más natalidad tienen. Las consecuencias las pagamos todos y realmente sería solo cuestión de poner medios y cambiar mentalidades.
No es fácil pero es posible y lo menos traumático